miércoles, 3 de diciembre de 2014

Microrrelato

Sobrenatural

Se dio cuenta de que su vida corría peligro. Se dio cuenta por fin de que estaba sano y salvo, o eso es lo que pensaba. Intentó salir del coche a pesar de que se encontraba boca arriba y lo dejó en aquel estado. Cuando salió estaba todavía muy asustado e intentó tranquilizarse. Al cabo de varios minutos hizo lo posible para que algunas de las personas que seguían conduciendo su coche le llevaran a su casa. Por más que hacía señas, nadie se paraba. Nadie le hacía caso. Era como si no existiera, así que comenzó a andar para llegar a su casa, aunque con gran esfuerzo. De repente, una anciana que aparentaba menos edad y vio lo que ocurría, paró su coche con un ruido bastante desagradable y de manera muy brusca. Abrió su ventanilla a pesar de la lluvia y al fin dijo:
-¡Hola! ¿Usted estaba haciendo señas  para que le llevara, verdad?
El anciano de aquellos rasgos tan misteriosos le respondió:
-Ah, si. Pensé que nadie me iba a llevar, porque nadie me hacía caso... ¿Usted podría?
La amable anciana le dijo sonriente:
-Oh, pues claro que sí. Súbase al coche por favor.
El anciano con un gesto de amabilidad se lo agradeció y se subió al auto. Le dijo a donde quería que le llevara y la mujer le dijo con voz siniestra:
-Yo te llevaré pero es mejor que vayas al lugar donde te pertenece.

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